No fue un movimiento, porque, a diferencia del pop art o de la nouvelle vague, no siguió un propósito artístico, ni una corriente intelectual concretos. Fue algo espontáneo, una atmósfera de libertad que permitió a una serie de artistas de lo más variado que entregaran propuestas muy diversas. Así entiende Javier Menéndez Flores (Madrid, 1969) el fenómeno cultural y social de la Movida. Este periodista y escritor ha publicado un ensayo, estructurado en forma de diccionario, en el que mezcla información y opinión, y en el que busca dar cabida a muchos más nombres de los que siempre -por una inercia excluyente- se citan cuando se habla de la Movida.
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"La Movida fue un estallido de libertad. Una primavera superlativa que
sucede a un larguísimo invierno, esas cuatro décadas de dictadura
franquista".
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"Que el Partido Socialista llegara al poder en el año 1982 fue
fundamental, porque si hubiera habido un partido de corte conservador habría
sido mucho más difícil conocer las películas de Pedro
Almodóvar o las canciones de Parálisis Permanente. Se hubiera
ejercido una censura incontestable sobre esas obras".
"Esas voces que de alguna manera querían provocar y ser originales eran más importantes que demostrar que se tenía talento".
· "Madrid era el escaparate principal pero el fenómeno fue nacional ¿Quiénes hacen La Movida? Pues extremeños, catalanes, valencianos, andaluces... que emigran a Madrid porque era la ciudad en la que había que estar".
· "La mili y las drogas fueron los motivos principales por los que muchos grupos no salieran adelante. También había gente muy joven que no tenía auténtica vocación o la suficiente voluntad".
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Antonio Vega citó Malos tiempos para la lírica, Annabel
Lee o Frío como canciones mejores que Chica de ayer.
· "Las Hornadas Irritantes se quedaron a años luz de los
babosos a los que criticaban".
· "Los modernos fueron una rama de un árbol con muchas
más ramas y se tiende a asociar La Movida con los modernos, Alaska,
el Zurdo, Berlanga, Bonezzi... pero la Movida fue mucho más que eso.
Los modernos fueron muy excluyentes".
· "Enrique Urquijo propendía a la tristeza, a la evasión.
Era muy introspectivo, y de ahí que Antonio Vega, que lo trató
mucho, dijera que el cetro del malditismo le correspondía por naturaleza
a Enrique y no a él",
· "Toda reivindicación de la Movida es poca porque fue
un fenómeno que enriqueció la escena cultural del país".
